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ARIES: HORÓSCOPO DEL EQUINOCCIO 2017
ARIES
Para hablarles de las predicciones del año 2017 por el signo de Aries, elegí la película “El diablo viste a la Moda” (“Devil wears Prada”), porque recuerda un poco a Andy Sachs (Anne Hathaway), una chica enérgica, inteligente y determinada, (que obtiene un trabajo por el que la mayoría de las chicas de Nueva York se matarían).
Se convierte en la asistente de la temible Miranda Priestly, directora de la revista Runaway, un empleo con el que consigue todo: éxito, poder y dinero; pero que también la convierte, poco a poco, en alguien que no desea. Deja de ver a sus amigos y las personas a su alrededor no la reconocen; su relación se desmorona. Hasta que en un momento de iluminación y de coraje, Andy se da cuenta de la situación, toma el teléfono en el que se encuentra el nombre “Miranda” y lo tira en una fuente en París. Aquel fue el gran “NO” que equivale a la liberación de Espartaco, que rompe las cadenas y se libera de la sujeción y del sentido de inadecuación. Y, al mismo tiempo, el “no” la sitúa nuevamente en una interminable cadena de “sies”, aspiraciones, deseos y principios, que representan los rasgos de la imagen de la “auténtica” Andy, que, en los últimos años junto a Miranda, los había reprimido y, en alguna medida, “traicionados”.
Igualmente, para Aries, éste va a ser un año de grandes “SIES” y grandes “NOES”, y, además, un año de grandes ganancias financieras y de comparaciones con sigo mismo. Es un poco como mirarse en el espejo y resaltar las “cosas” más importantes de la vida de uno, ya se trate de proyectos de trabajo, iniciativas de crecimiento personal o relaciones interpersonales. Un espejo que muestra los efectos de algunas de las acciones escogidas en los últimos años (en particular desde 2010 hasta hoy): si se emprenden caminos que funcionan, los que te acercan hacia el centro de tus deseos más íntimos y reales, llegará el momento de expresar el “sí” con firme certeza. Si, al contrario, se escogen acciones que poco a poco te alejan del centro de la calzada y que te hacen deslizar hacia una vida que no refleja tus deseos más profundos, llega el momento de tomar nota y desmontar todo lo que representa un obstáculo a la expresión de lo que eres realmente.
Es un despertar de energía y determinación que no admite “pero si…” o “es que…”. Las cosas, en las que te reconoces, van a confirmarse y vuelven a re-lanzarse una octava más arriba; lo que no te permite reconocerte a ti mismo, o que te lleva a negar a ti mismo, acabará como el móvil de Andy: lanzado a la fuente.
Esto es válido por el trabajo, sobre todo en el campo de las relaciones interpersonales: si una colaboración, una relación de sociedad o de asociación deja de funcionar, ha llegado el momento de arreglarlo o, en algunos casos más extremos, desmontarlo. Al contrario, las relaciones que “funcionan” bien se van a fortalecer y a consolidar con acuerdos más formales y solemnes, y para muchos, éste es el año en que se van a crear nuevas sociedades o maneras de compartir, todos juntos, esfuerzos y resultados laborales.
Y esto, naturalmente, vale también por el cielo del amor, donde el nuevo Aries con matrícula 2017 no admite zonas grises de ambigüedades.
Júpiter transita, de hecho, en Libra, en la casa de las relaciones, y empuja a muchos a querer más: para las parejas fuertes, este va a ser el año en que una relación se consolidará con un “sí” más solemne o con el comienzo de una convivencia; las partes se van a escoger con más determinación. Al contrario, para las parejas con elementos de inestabilidad o de no-oficialidad, llega el momento de dar un paso más firme hacia la consolidación y la oficialización. Es como si llegara el momento de subir la apuesta en el juego de la vida de novios: quien está seguro de sus propias elecciones, “ve” y se relanza. Quien (ya) no está seguro de una elección, va a poner todo en discusión, y se enfrenta a una solicitud de la pareja (“quiero más”) probablemente dejará la mesa de juego.
Eso vale sobre todo para las parejas que en 2016 han afrontado las aguas de una crisis o para las parejas que siguen viviendo en la sombra de la clandestinidad. Quien se ha conformado durante años con una relación a medias, con una persona indecisa, irresponsable o no comprometida, va a llegar a un punto en que hay que escribir todo “de puño y letra”. Ya a los finales de 2016, los nacidos en el signo de Aries, tomaron las riendas por mano y se enfrentaron de manera directa con la pareja, pidiendo más presencia, atención, sensibilidad, o empezando a discutir de separación, si ya no hay demás opciones para seguir juntos. Quien decide dar una nueva oportunidad a una pareja con que estuvimos en crisis, más o menos profunda, va a hacerlo dando condiciones bien precisas, porque el nuevo Aries ya no está dispuesto a ceder a pactos o compromisos.
En particular, hay una época del año – desde febrero hasta mayo, con Venus retrógrado – que habla de las palabras “fin” y “nuevo inicio” de las relaciones y destaca una fase de renovación muy fuerte. Se trata de un auténtico “portal” que introduce un cielo de amor más bonito y sólido. Es aquí donde las parejas más fuertes se van a prometer algo mutualmente, van a convivir o a hablar de bebés. Y es, en este momento, donde las parejas más frágiles van a empezar a considerar si hay bases para seguir juntos – buscando un nuevo centro común, un nuevo balance entre prioridades compartidas y prioridades individuales – o si ha llegado el momento de pensar en seguir caminos separados.
Incluso para los solteros, entre febrero y mayo, podrá haber nuevos encuentros que no siempre quedan claros y limpios y por tanto se podría generar un tira y afloja. Es muy importante que, desde el principio, Aries ponga claridad, definición y oficialización en las nuevas relaciones, rechazando las zonas grises de la ambigüedad, poniendo condiciones claras y tal vez yendo un poco despacio al principio, sin lanzarse de cabeza ya desde los primeros momentos.
Otro momento particularmente rico de encuentros es el mes de agosto, que representa un mes de recuperación para muchos de los nacidos en este signo que “dejaron colgado” su corazón en un clavo hace tiempo.
Pues a mí este año me parece ser un año importante y rico de oportunidades que puede llevar a tomar decisiones o cambios, a veces difíciles, pero que tienen la ventaja de poner a Aries en el centro de su vida y no aceptar más compromisos o situaciones que en los últimos años le habían deslizado lejos del centro de sus propios deseos. El denominador común de estos cambios se queda el mismo: 2017 representa un camino hacia una nueva independencia, más madura y centrada, y se consigue superar muchos obstáculos que han limitado a su libertad de expresión. Es un cielo que pone en sus manos el timón de las opciones: se va a romper un hechizo que en los últimos años ha llevado a proyectar sobre los demás un poder que en realidad pertenece solo a Aries.
¿Te acuerdas del Mago de Oz? Era un hombre pequeño que vino del cielo (simplemente porque se fue a un globo) que el pueblo de Oz lo convierte en el salvador, anunciado por una profecía, que va a derrotar a la bruja malvada. Le asignan un poder mágico: si llueve, es su culpa; si el sol está brillando, su mérito. En realidad, detrás de la máscara sólo hay un hombre pequeño que, a parte de algunas dotes de ilusionista, no tiene ningún poder real. ¡Pues igual ocurre con Aries! En los años pasados proyectó en los demás un conjunto de “poderes” que en realidad estaban solo en sus manos. Esta es la mayor conquista de 2017: mirar por detrás de la máscara y descubrir que el auténtico Mago de su vida es él mismo.
© Simon & The Stars
© Translation: Stefania Stimolo – Nicolò Porcellato